Las pruebas A/B se basan en un método científico en el que se comparan dos experimentos con diferentes variables y se registran los resultados.
Sin duda, el éxito de cualquier estrategia de marketing digital depende de entender a nuestro público objetivo. En nuestras actividades a través de Internet, las pruebas A/B nos orientan en este sentido. ¿Qué son y para qué sirven? Te lo explico a continuación.
¿Qué son las pruebas A/B?
También conocidos como tests A/B, son experimentos basados en técnicas de marketing digital en los que dos elementos compiten entre sí para saber cuál ofrece mejores resultados y, por tanto, oportunidades de mejora. A menudo se aplican a las páginas de destino (páginas donde llega el anuncio o páginas de destino), fragmentos de contenido enviados a través de marketing por correo electrónico, diferentes fuentes, en títulos de anotaciones con fines de SEO, que muestran la misma anotación con o sin una imagen., boletines de noticias y también en campañas de Google Ads (antes llamado Adwords) y Facebook Ads.
En pocas palabras, las pruebas A/B nos dicen qué le gusta al objetivo o qué llama más la atención. Así, en base a la estrategia empresarial, qué funciona mejor y así optimizar nuestra estrategia.
¿Cuál es el propósito de las pruebas A/B?
En una prueba A/B, se analizan dos elementos que varían ligeramente, por lo que se denominan «A» como elemento 1 y «B» como elemento 2. La condición es que lo que comúnmente se llama peras se compare con peras, manzanas con manzanas. Al igual que todo en marketing digital es medible, es importante conocer las métricas cuando comienza y finaliza su prueba.
El objetivo es comprender cuál de los dos produce una mayor tasa de clics (CTR) o una mejor tasa de conversión (CR), o está más cerca de establecer objetivos de marketing. Además, su implementación no representa más inversión, puede proporcionar un mayor retorno de la inversión (ROI).
¿Cómo aplicar las pruebas A/B?
Aplicar correctamente las pruebas A/B es necesario seguir una serie de pasos:
Determinar el problema a resolver. Por ejemplo, si tenemos un sitio web de comercio electrónico, a pesar de una alta tasa de apertura, se generan pocas ventas a través de promociones o boletines de descuento.
proponer una hipótesis. ¿Qué queremos probar experimentalmente? Debemos limitarnos a uno oa lo sumo dos supuestos. En el caso anterior, la suposición podría ser colocar un botón con una llamada a la acción (call to action) o cambiar un botón que ya tiene una ubicación o frase.
Analice los datos antes de comenzar el experimento. ¿Sabe cuántas ventas son causadas por promociones o boletines de descuento?
Ejecute la prueba. La versión antigua se envía a una parte del público objetivo y la nueva versión a otra, implementando cambios a nivel de diseño gráfico del boletín.
Medir los resultados y comparar. Después de que comenzó el marketing por correo electrónico, ¿mediste un aumento en las ventas por versión?
Si los resultados no son los esperados, puedes hacer nuevos cambios, repetir el test A/B para mejorar las tasas de conversión, es decir, seguir optimizando.
Otra aplicación son las campañas publicitarias de Facebook. Las pruebas A/B se pueden adaptar a la audiencia. Es decir, el mismo anuncio (imagen o arte y texto o copia) se mostrará a dos grupos de personas con características diferentes. En base a esto, podremos descubrir qué tipo de anuncio le gusta más a un determinado grupo de personas. Se recomienda dejar que la prueba se ejecute sin cambios durante al menos una semana.
Fuente: eleconomista.com.mx