La Evolución de los Medios Mexicanos: Personalización de Contenidos

Los editores tienen la envidiable oportunidad de analizar lo que leen las personas que visitan sus sitios y utilizar esa información para mejorar su contenido.

En el siglo pasado, hubo una clara distinción entre las noticias transmitidas por televisión y las noticias difundidas a través de los periódicos. Las columnas de opinión de los distintos diarios nunca compitieron directamente por audiencia con los programas informativos de las principales cadenas de televisión.

Internet, entre muchos otros cambios que ha provocado, ha hecho que estas empresas compitan directamente entre sí, sobre todo en lo que más les interesa: las ganancias por anunciarse en los diferentes medios. Hoy en día, NMas, la cadena noticiosa de Grupo Televisa, compite directamente por tráfico de internet contra grupos tradicionales impresos que también han dado el salto al internet, además de nuevos contrincantes que nacieron en la arena digital. Quizás el ejemplo más claro sea el Huffington Post, que nunca ha tenido una edición impresa o un programa de televisión, pero que hoy en día es una de las fuentes de información más poderosas en Estados Unidos.

¿Y qué hacer ante esta coyuntura histórica? Algunos grupos periodísticos se han enquistado en sus prácticas históricas y tratan de seguir un esquema meramente de suscripción, dejándolos en el olvido del internet, donde la mayoría del contenido es gratuito. Sobre todo en México, donde la población no está acostumbrada a pagar por contenido noticioso. Solo como comparación, el New York Times tiene alrededor de 9.6 millones de suscriptores, mientras que un periódico en México que solo ha apostado al modelo de suscripción, con dificultad supera los 70 mil.

En México en particular, los medios deben comenzar a adoptar prácticas más allá de simplemente anunciar utilizando plataformas típicas de mercadeo digital de Google. Los medios tienen la envidiable oportunidad de poder analizar lo que leen las personas que visitan sus sitios y, armados con esa información, mejorar su contenido para atraer más visitas e incrementar así sus ingresos por anuncios.

Vale la pena mencionar que ningún periódico en México tiene científicos de datos contratados, al menos no con ese título, mientras que el New York Times tiene al menos 44 personas contratadas que se dedican a temas de datos. Y no solo para analizar su contenido y visitantes, sino también para crear visualizaciones y análisis que a la audiencia realmente le interesen, proporcionando información valiosa que las personas puedan utilizar para tomar decisiones.

¿Cuáles son los obstáculos de aplicar este tipo de tecnologías en México? De acuerdo con las conversaciones que he tenido con personas del medio, uno de ellos es que muchos de los medios tradicionales desconocen o no consideran que estas prácticas sean útiles o rentables. Todavía consideran a los periódicos como se han considerado en los últimos 200 años, medios estáticos que la gente utiliza para consumir información, donde no hay personalización y solo hay una publicación.

Otra razón podría ser que los medios tradicionales no ofrecen retos o problemas atractivos para un científico de datos. Esta industria históricamente carece de recursos y es posible que, en competencia con un banco o una startup, no puedan ofrecer salarios tan atractivos.

Es posible que en la próxima década veamos a algunos medios comenzando a hacer sus primeros intentos usando herramientas de analítica e inteligencia artificial. El advenimiento de ChatGPT y otras herramientas de creación de contenido puede ser tanto un reto como una oportunidad si se saben utilizar bien.

En un futuro no muy lejano, es posible que un habitante de Pachuca tenga acceso a un sitio web de una cadena de noticias que le proporcione contenido personalizado, relevante y útil para su vida diaria. Este sitio web podría brindar información específica sobre eventos y noticias de la ciudad, así como temas de interés para el usuario. A medida que el usuario interactúe con el sitio, la plataforma podría proporcionar información aún más relevante y personalizada, aumentando así su nivel de conocimiento y su capacidad para tomar decisiones informadas. Esta personalización del contenido podría ser una realidad gracias al uso de herramientas de analítica e inteligencia artificial, y los medios de comunicación podrían aprovechar esta tecnología para mejorar la experiencia del usuario y aumentar su alcance y relevancia en el mercado.

León Palafox es académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana.

Twitter: @leonpalafox

LinkedIn: www.linkedin.com/in/leonpalafox

Mail: lfpalafox@up.edu.mx

Fuente: El Financiero

Evolución regulatoria en los temas digitales y de ciberseguridad en México

Constantemente vemos que las organizaciones optan cada vez más por la digitalización como punta de lanza.

Actualmente seguimos atravesando los efectos de la pandemia, sin dejar de mencionar el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, las persistentes presiones inflacionarias globales, el encarecimiento de la deuda, entre otros factores coyunturales que continúan impactando en distintos aspectos. Es dentro de este entorno tan desafiante que se abre una puerta para nuevas oportunidades en donde las organizaciones tendrán que acelerar su evolución a una nueva realidad en la que predomine la digitalización.

Seguimos viendo organizaciones que optan cada vez más por lo digital como vanguardia. Según el Banco Mundial, la economía digital equivale al 15,5 % del PIB mundial, lo que permite a las empresas transformarse digitalmente para cubrir mercados más grandes y penetrar donde nunca pensaron que harían negocios.

Una demostración clara y sencilla de la adopción de la tecnología digital por parte de las empresas es el trabajo remoto como herramienta de conexión entre las operaciones propias de la empresa y sus clientes. Por ahora, el trabajo remoto sigue existiendo e incluso se ha convertido en un buen motivador para que las empresas atraigan talento. Otro ejemplo de digitalización corporativa es la firma electrónica, ya que ha solucionado los problemas de liquidez de la empresa. Este Dia, mediante la firma electrónica, las empresas pueden realizar trámites y celebrar acuerdos de manera inmediata, no solo a distancia, sino que con la misma seguridad jurídica que brinda el hacerlo de forma física. Es por ello que las herramientas digitales son y serán un gran aliado para facilitar la evolución y crecimiento de las empresas y personas, sin dejar de mencionar que, gracias a la digitalización, las corporaciones han aumentado su productividad y eficiencia de manera considerable, haciéndolas más competitivas.

Cabe mencionar que la digitalización es un medio, pero no se puede entender sin el desarrollo tecnológico. De hecho, junto con la digitalización, la tecnología ha provocado cambios drásticos en el mundo de las inversiones y los negocios. Las muestras en este sentido incluyen blockchain, big data, inteligencia artificial y más, ya que estos avances han revolucionado la forma en que las empresas crecen y prosperan. En lo que respecta al sector financiero, actualmente nos enfrentamos a un escenario crítico de transición y liquidación, ya que a pesar de los avances regulatorios por la pandemia del COVID-19, la realidad es que cada día se requiere avanzar en la regulación incremental.

En los últimos años en México todos los intermediarios financieros regulados —unos con mayor capacidad y potencia que otros— han transitado cada vez más hacia el ofrecimiento de servicios financieros digitales enfocados en el cliente, pero se han enfrentado con que no siempre la innovación es una aliada de la regulación. Un ejemplar de lo anterior ha sido la evolución que han tenido las empresas de tecnología financiera que operan en el país bajo el amparo de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech). Este ordenamiento jurídico contempla otros esquemas de modelos de negocios (ej. modelos novedosos), pero hasta el momento solo se han implementado los relacionados con las Instituciones de Fondos de Pago Electrónico y las Instituciones de Financiamiento Colectivo. De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el sector Fintech (Instituciones de Tecnología Financiera) hoy representa el 0.9% del capital del sistema bancario, lo cual nos dice que, a pesar de que el inicio ha sido alentador, estamos apenas en la punta del iceberg de lo que estas entidades reguladas están por hacer.

En este punto, la atención ya no se centra principalmente en la autorización retrasada, sino ahora en las operaciones de dichas entidades reguladas. En este sentido, estas entidades han avanzado mucho en los últimos años, y vemos que el uso de canales digitales puede aumentar efectivamente los modelos de negocio, pero solo si se abordan los riesgos que implica su implementación. Estos riesgos incluyen retrasos en la infraestructura digital y la ciberseguridad. La razón de lo anterior se debe a que la materialización de estos factores puede resultar en pérdidas financieras severas y daños reputacionales. Por supuesto, la Ley FinTech aborda varios problemas relacionados con lo anterior, desde la prevención hasta la realización de pruebas de penetración y una sólida planificación de continuidad; sin embargo, recientemente hemos visto ataques cibernéticos a diario.

Cabe mencionar que la digitalización es un medio, pero no se puede entender sin el desarrollo tecnológico. De hecho, junto con la digitalización, la tecnología ha provocado cambios drásticos en el mundo de las inversiones y los negocios. Las muestras en este sentido incluyen blockchain, big data, inteligencia artificial y más, ya que estos avances han revolucionado la forma en que las empresas crecen y prosperan. En lo que respecta al sector financiero, actualmente nos enfrentamos a un escenario crítico de transición y liquidación, ya que a pesar de los avances regulatorios por la pandemia del COVID-19, lo cierto es que cada día se requiere avanzar en la regulación incremental.

En los últimos años en México todos los intermediarios financieros regulados —unos con mayor capacidad y potencia que otros— han transitado cada vez más hacia el ofrecimiento de servicios financieros digitales enfocados en el cliente, pero se han enfrentado con que no siempre la innovación es una aliada de la regulación. Un ejemplar de lo anterior ha sido la evolución que han tenido las empresas de tecnología financiera que operan en el país bajo el amparo de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech). Este ordenamiento jurídico contempla otros esquemas de modelos de negocios (ej. modelos novedosos), pero hasta el momento solo se han implementado los relacionados con las Instituciones de Fondos de Pago Electrónico y las Instituciones de Financiamiento Colectivo. De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el sector Fintech (Instituciones de Tecnología Financiera) hoy representa el 0.9% del capital del sistema bancario, lo cual nos dice que, a pesar de que el inicio ha sido alentador, estamos apenas en la punta del iceberg de lo que estas entidades reguladas están por hacer.

En este punto, la atención ya no se centra principalmente en la autorización retrasada, sino ahora en las operaciones de dichas entidades reguladas. En este sentido, estas entidades han avanzado mucho en los últimos años, y vemos que el uso de canales digitales puede aumentar efectivamente los modelos de negocio, pero solo si se abordan los riesgos que implica su implementación. Estos riesgos incluyen retrasos en la infraestructura digital y la ciberseguridad. La razón de lo anterior se debe a que la materialización de estos factores puede resultar en una severa pérdida económica y daño reputacional. Por supuesto, la Ley FinTech aborda varios problemas relacionados con lo anterior, desde la prevención hasta la realización de pruebas de penetración y una sólida planificación de continuidad; sin embargo, recientemente hemos visto ataques cibernéticos a diario.

Fuente: forbes.com.mx

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