Agile nació hace 20 años como una alternativa a la creación de herramientas de software, aunque a lo largo de los años se ha utilizado en muchos otros campos debido a su enorme eficacia. Como sugiere el nombre, este enfoque es sinónimo de agilidad, que prioriza a las personas y las interacciones sobre los procesos y las herramientas.
Con el tiempo, los métodos ágiles priorizan objetivos más pequeños y escalables sobre el lanzamiento de productos grandes. Además, su equipo evalúa periódicamente tareas y procesos para mejorar el producto y su desempeño.
Actualmente encontramos diferentes metodologías como Scrum, Lean, Extreme Programming (XP)… unificadas bajo el paraguas de Agile. Sin embargo, es importante tener en cuenta ciertas prácticas que ayudan a crear un desarrollo de software ágil, eficaz y más competitivo.
Clientes involucrados en cada etapa
En el desarrollo de software tradicional, los clientes están involucrados en casi solo dos partes del proceso: al principio, cuando se recopila la información y se genera una lluvia de ideas, y finalmente, cuando se prueba el producto.
Esto cambia con agilidad, donde el cliente está involucrado en cada etapa, asegurando que el producto final realmente satisfaga las necesidades del usuario final. También ayuda que los desarrolladores puedan hacer ajustes durante el proceso en sí, en lugar de esperar hasta el final.
reunión diaria
Por ejemplo, las reuniones diarias son comunes en las metodologías Scrum, aunque otras metodologías ágiles utilizan algunas otras variantes. Los controles diarios consisten en reuniones cortas de no más de 15 minutos para que cada miembro del equipo pueda mantener informados a los demás sobre su trabajo del día.
Una opción que fomenta la colaboración en equipo y la transparencia, reduce la duplicación de trabajo y evita problemas de comunicación. También ayuda a cumplir con los horarios de trabajo.
Fortalecer la comunicación del equipo.
Uno de los objetivos de Agile es facilitar una comunicación más consistente y productiva. Las mejores prácticas de comunicación que evolucionan simultáneamente con el trabajo híbrido y remoto. Aunque el equipo se encuentra en una zona horaria diferente, sus desarrolladores todavía están trabajando en ello.
prioridad de la tarea
Decidir qué tareas completar y en qué orden es un aspecto importante del desarrollo ágil. Hay muchas formas diferentes de establecer estas prioridades, como MoSCoW (debe tener, debería tener, puede tener, no tendrá) y FIFO. Lo ideal es seleccionar o desechar unos cuantos en función de las necesidades de cada artículo.
Configuración de sprint
Un sprint es un período de tiempo limitado en el que un equipo intenta completar un conjunto definido de tareas. Estos se asignan en orden de más importante a menos importante, y cada miembro del equipo tiene un conjunto de responsabilidades alineadas con cada tarea.
Primero, es importante identificar aquellas tareas que no se pueden ejecutar hasta que se complete otra tarea antes de que se complete para evitar cuellos de botella. Una vez que se completa el sprint, el equipo debe realizar una retrospectiva para determinar qué funcionó y qué no.
En resumen, los métodos ágiles facilitan una mejor colaboración, reuniones eficientes, comunicación más eficiente, priorización de tareas estratégicas y estructura de sprints.
Fuente: muycomputerpro.com