Debido a un retraso de cuatro años y una deuda de 17 mil millones de pesos, la Red Compartida de Altán Redes enfrenta el problema de estrechar la brecha digital en México.
Han pasado tres años desde que Altán Redes encendió la primera antena de Red Compartida, y el gobierno federal espera conectar al 92.2% de los mexicanos en 2024.
Sin embargo, los problemas financieros por los que atraviesa la empresa ponen en riesgo los proyectos de conectividad del país y también pueden afectar los planes de cobertura de varios operadores virtuales móviles (MVNO) que «cuelgan» del sistema.
Salvador Álvarez, director general de Altán Redes, manifestó que sin los recursos financieros suficientes para lograr los compromisos de cobertura social y las metas comerciales, será difícil eliminar la brecha digital del país en los tres años previstos. La empresa de telecomunicaciones requiere cuatro extensiones por un año, hasta 2028, con el fin de alcanzar las metas de cobertura.
Según consultores, el grave problema que enfrenta Altan Redes es lograr la meta en el tiempo acordado. Debido al impacto de la pandemia en la industria de las telecomunicaciones, este año se restablecerá el 6% de la economía y la posibilidad de que no haya nuevos contratos más los actuales Of 83, estarán cada vez más lejos de los objetivos de la empresa.
Los analistas también cuestionaron si es un buen momento para que México reconsidere las redes compartidas, ya que su fracaso tendrá un impacto en la reforma de telecomunicaciones de 2013 y en el plan de conexión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Jorge Bravo, analista senior de Digital Policy & Lay, empresa especializada en estrategia de telecomunicaciones, señaló que en lugar de autorización y ampliación (cláusulas de cobertura), es mejor analizar en profundidad la viabilidad del proyecto. «Tiene debilidades desde el principio, principalmente porque su modelo híbrido no es rentable».